Tome mi cámara casi impulsivamente al día siguiente de leer tu cuento y sabia que era posible encarar la aventura de tu rastro .comencé a intentarte desde la casa vecina y me fui trasladando hasta una estación de trenes Me sorprendí de mi pericia para esquivar a las personas y a los árboles y a las cuentas que pagar y a otras categorías mentales Incluso al tiempo mismo y al fin halle de esa marca que tiene que ver con lo invisible que sugieres. Un señor que vende diarios y otro que hace masas a la parrilla ,conversaban con las miradas y me abrumaban con su ironía ,pretendiendo humillarme sin que me entere. Sabia que esa huella era definitivamente tuya y no lograba que además de haberla hallado, encaje con una composición correcta Nadie iba a sorprenderse del fuera de foco . ¿Habrías arrullado ese montón de frió? Claro que si !,
Necesitaba que lo confirmes?, Volvía a mis cosas por el camino largo, que es siempre el que me conduce al mejor destino y una sonrisa a medias me distrajo. De esa cadencia también tienes , y ese olor del pasto recién cortado en aquella vereda y del reflejo del sol en mis ojos y el olor de un perro muerto, amigo de alguien aunque mas no sea de otro perro y también allí encontré de ti y me entretuvo ese otro sonido del pifiti- pafiti –pifiti-pafiti sistemático de un taller en el que unos obreros ya no cantan .
No se en cual de todos mis pasos las ventanas fueron ventanas y las veredas solo eso y tu solamente una anécdota
ajena
